martes, mayo 02, 2006

Después de este maldito fin de semana, lo único que me queda es la impotencia por la mentira y la maldad. Se que no soy la mejor de las personas, pero no creo haberle hecho daño a nadie... me duele mucho y me duele este dolor que carcome mi corazón.

Duele mucho.
No quiero llorar.
Un gemido mudo se escapa
de mi voz.
Me asfixian mis lágrimas.
No puedo respirar.

La muerte se presenta
como un alivio latente.
Tengo miedo y lloro.

Rocas en mis senos.
Puñales en mi vientre.
Golpes sordos, duelen,
me queman y el miedo
regresa.

Mi vida se va, se aleja
con su caminar singular:
como encorvado, pasos pequeños,
braceo extendido...

Se va

Y la muerte se queda conmigo.

No hay comentarios.: