¿Qué hacer ante el ocaso de la luna?
Sonreir
El amanecer se acerca.
Su calor nos reconforta.
Su luz nos ilumina.
Esta noche estuvo plagada de sueños.
Me llevaron a la locura. Al deseo.
Ya es hora de despertar.
Y sonreir.
Un nuevo día llega.
martes, diciembre 17, 2013
lunes, diciembre 02, 2013
Hora de despertar
Trémula por tus besos que ya no serán,
me refugio en recuerdos que no existen .
Hace frío y estás ausente. Lo has estado.
El sueño se termina. Hora de despertar.
me refugio en recuerdos que no existen .
Hace frío y estás ausente. Lo has estado.
El sueño se termina. Hora de despertar.
miércoles, noviembre 27, 2013
domingo, noviembre 24, 2013
Naufragio
¿En qué momento perdí el camino a
casa?
¿En qué momento partió a la
deriva mi barca?
¿Quién enjugará mis lágrimas ya
secas?
¿Quién levantará los escombros de
mis velas?
¿A dónde me llevarán estas aguas
extranjeras?
Me ahogo sumergida en sus
corrientes marinas.
Mar poderoso, de espuma
blanquecina.
No quiero ser rescatada de otro
naufragio.
Pero el naufragio me espera.
Mi cuerpo yermo será comido de
tristeza
por gusanos, gaviotas y
cangrejos.
Los caracoles se aparearán en mi
cuerpo.
Mis labios lánguidos no emitirán
más sonido,
sólo el crujir de dientes y
huesos destruidos.
¿Quién se llevará mis restos
mortuorios?
¿Serás tú, mar poderoso? ¿Será que tu amor me mate de
pena
y que el deseo carcoma mis venas?
No me dejes perderme en tu marea.
No lo hagas, aunque mi alma lo
desea.
Por mi boca entrarán medusas
y morenas
que comerán mis entrañas, ya
desechas.
Enséñame el regreso a casa aunque me aferre a tus aguas.
Mi brújula se ha perdido, el
cielo es nubarroso
y las estrellas no diviso.
Déjame bañarme en tus playas.
Déjame enterrarme en tu arena.
No me dejes de nuevo en el
naufragio.
Escúpeme de tus olas al ocaso.
La luna me arrullará con cuentos infantiles
y el manto estelar con recuerdos juveniles.
Y el mar bañará a las doncellas
de piel suave y aroma a camelias.
Yo me quedaré sólo en el recuerdo,
en agua salada se convertirá mi esqueleto.
No volveré al mar.
jueves, noviembre 21, 2013
martes, noviembre 19, 2013
Horas, días... tiempo
¿Cuánto tiempo?
La lluvia cae, incensante.
Fría y húmeda
en un suspiro ahogado.
El silencio me ciega
y tiemblo...
Quiero dormir.
Soñar
Reir
Volver
Ya nada es igual...
Me sostiene para no caer,
la desesperación me abruma.
Enloquecida.
Amada.
Un gato maúlla.
Quiero ser gato.
Acaríciame...
Y saquemos chispas
quememos la sangre.
Otro sueño. ¿Verdad?
¿Cuánto tiempo?
La lluvia cae, incensante.
Fría y húmeda
en un suspiro ahogado.
El silencio me ciega
y tiemblo...
Quiero dormir.
Soñar
Reir
Volver
Ya nada es igual...
Me sostiene para no caer,
la desesperación me abruma.
Enloquecida.
Amada.
Un gato maúlla.
Quiero ser gato.
Acaríciame...
Y saquemos chispas
quememos la sangre.
Otro sueño. ¿Verdad?
¿Cuánto tiempo?
domingo, noviembre 17, 2013
Me perdí y regresé.
Me fui.
Tu me encontraste, me trajiste.
Te dejé.
Te compuse,
descompuesto de lluvias.
El frío penetró en mi
cuerpo y la razón,
Impermeable al calor de tus besos,
regresando al
occidente, temblé en el sur.
Me perdí y regresé
Y un beso acalorado
apareció:
Se me revelaba la
primavera y la pasión.
Y yo pensando en el verano y el sol.
II
Y me encontré, te
fuiste,
Y me quedé.
Mojada de besos en
flores
y encadenada de
temores,
volví al hogar.
martes, noviembre 05, 2013
Algunos recuerdos
Conversando con Misa y compartiendo algunos escritos personales a través del chat, he decidido incluir parte de mis recuerdos de adolescencia, donde el amor y el desamor, las decepciones, las mariposas en la panza, el enamoramiento y los muchos desamoramientos fueron las constantes. ¡¡Hasta al basquet-bol le escribí!! Y después de tanto tiempo he aquí...
Otoño, 97
OTOÑAL
Te espero como
siempre, parada e impaciente
mirando cómo el
viento con alevosía y ventaja, arranca
de un gajo las hojas
de los árboles que caen suavemente,
dando tonos al
paisaje moteado por el otoño...
Te espero con la
esperanza guardada en mi bolsillo
agujerado.
El amor impreso en el
papel de la angustia...
Pero la esperanza ¡se
me ha ido! ¡La he perdido!
No la encuentro, ¿y
el amor?
Arrumbado, en una
esquina. El viento otoñal
La arrastra a una
acantarilla...
Lo busco. Lo
encuentro. Lo guardo,
¡Está arrugado!
Mientras tanto, te
espero como siempre,
Salvo que ahora, con
la esperanza perdida
Y el amor maltratado.
Ileyan Amil
octubre 1997
NADA ES IGUAL
Nada es igual.
A través de las rocas
que oscurecen en el silencio
de lo obscuro,
Donde los gritos son
sordos.
El silencio mudo
Donde la vida es
muerte
y
La muerte vive...
La ternura es vino en
barril,
Escondida en un
ático:
Sucia, encerrada.
Donde un “te amo” es
palabra al aire.
Esfuerzo orgánico,
una cuerda bucal:
Un “no lo siento”
Ya nada es igual.
El viento secó mis
lágrimas,
Con golpes de
consuelo.
viernes, enero 04, 2013
Memorándum de una mujer Innu
Por Carole Labarre
Llega un
día en que el sufrimiento se vuelve cada vez más grande para seguir ignorándolo. Este se revela en un abismo si fin a los ojos de aquellos
que lo han negado. Toda mi vida he tenido que portar este fardo que es la justa
prueba de la existencia a la que tenemos derecho, nosotros las Primeras
Naciones de América. Una existencia conforme a los deseos de nuestros ancestros
y no a una existencia de acuerdo a los usos y costumbres del pueblo blanco a
quienes acogimos en nuestros territorios ancestrales. Aunque el germen de una
ignorancia perniciosa hace su camino en el cerebro de ciertos humanos a la
lectura de esta frase tan simple, esto, sin embargo, es un hecho incontestable. Sólo los primitivos, los salvajes osarían refutarlo, pero
nosotros, las Primeras Naciones de América conocemos nuestra historia, aquello
que sucedió verdaderamente, aquella historia verdadera que se está construyendo
mientras ustedes leen estas líneas.
Foto: Nayeli Lima Báez, tomada en el Río Moisie, en el territorio de la Primera Nación Innu |
Las
riquezas de este país no pertenecen sólo a los Canadienses, ellas pertenecen
también y sobre todo a las Primeras Naciones de América, mientras son extraídos
de nuestro patrimonio -a menudo sin nuestro consentimiento-, los recursos que han permitido a este país
desarrollarse mundialmente desde la Colonia.
Primero,
nosotros, las Primeras Naciones de América estamos en derecho de exigir el
reconocimiento absoluto por nuestra contribución al desarrollo de la economía
canadiense por la vía de rentas cuya legitimidad no puede ser retrasada más aún
porque se está efectuando, en nuestros territorios ancestrales, eso que llaman
la valorización del territorio.
Desde ahora nosotros, las Primeras Naciones de
América estamos en derecho de exigir compensaciones justas y objetivas por la
destrucción de los hábitats donde están situados los territorios ancestrales y
donde se ha practicado y enseñado desde tiempos inmemoriales un modo de vida
establecido por el ritmo de las estaciones. Más importante es que nosotros
tenemos más que nunca - ahora que todos sufrimos el cambio climático de nuestra
Madre Tierra-, el derecho de intervenir cuando políticas ambientales
implementadas por los gobiernos pongan en riesgo el futuro de nuestros hijos y
nietos. Como pueblo fundador de este país, tenemos el derecho de objetar todos
los excesos de poder cuando sea incoherente a nuestras aspiraciones actuales y
futuras. Nosotros tenemos el deber de exigir una participación real sobre proyectos
que afectan aspectos de nuestra cultura y su modo de vida y cuyos impactos
ponen en peligro el porvenir de nuestros hijos, pero también de los suyos.
Mientras
se dibuja otro periodo sombrío de nuestra historia
común, me parece esencial de recordar a los canadienses el sacrificio último
que está ocurriendo en este momento sobre una isla del río Outaouais [La huelga
de hambre de la jefa indígena Therese Spence]. Su futuro, el de ustedes,
depende del nuestro. Nosotros estamos aquí, médicos, abogados, profesores,
ingenieros indígenas. Y después, el silencio de los más pobres de nuestra gente
que grita en todo momento. Yo los escucho ¿ustedes no?
Nosotros,
las Primeras Naciones de América exhortamos a todos los canadienses a trabajar
en un solo y mismo objetivo, el de proteger a la Madre de todos: la Tierra.
Nosotros lo haremos pues es a la luz de
las auroras boreales que las más bellas leyendas son contadas. Idle no More
Traducción: Nayeli Lima Báez
Traducción: Nayeli Lima Báez
Suscribirse a:
Entradas (Atom)