domingo, octubre 24, 2010

Y se hizo de noche querido Alí Chumacero

Trabajé en el Fondo de Cultura Económica durante cuatro años.
Alí Chumacero era una especie de historia viviente, en la que se trenzaban mitos y leyendas. La más conocida es quizá sobre la corrección de Pedro Páramo...otras eran frases chispeantes que con su eterna sonrisa dejaba escapar: "Mientras haya lengua, habrá hombre". Ignoro si lo decía por la fuerza que genera la palabra oral como creación y recreación del interludio de la inteligencia del ser humano, o por las vicisitudes que juega la edad en los terrenos amorosos, tal vez ambas. O simplemente la travesura que seguido le hacía el cajero automático al momento de retirar dinero: un biiiiip, le anunciaba que debía sacar su tarjeta.

Independientemente de todo, Alí Chumacero generaba un gran respeto y admiración. Trabajador incansable, siempre amable y muy querido.
Descance en paz, Alí Chumacero.

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